por Lilian Uk y Reno Nasvil

miércoles, 10 de febrero de 2016




NEW YORK, NEW YORK 
(1977)

Martin Scorsese





Petardo valenciano.
Ano integral.
¿Se puede hacer un bodrio peor con tal presupuesto?
¿Sabían que Liza Minneli era hija de Judy Garland?
El enchufismo de Hollywood ha hecho mucho daño.
De todas maneras Martin, ya te vale.
Una cosa es una cosa y otra cosa es esta pantomima.
Por cierto, la gracia de Liza Minneli es un auténtico mito.
Como otros muchos, dentro del cine de Scorsese.
Bagatela de primera.
Tontería preadolescente.
Musicaca.






martes, 9 de febrero de 2016




AFTER HOURS 
(1985)

Martin Scorsese


¿Es un pájaro? ¿Es un avión? NO, es Scorsese
No hay manera, ni siquiera en sus primeras películas convence.
Es como el típico alumno de una clase de cine haciendo un corto muy caro.
Un argumento blando, flojo y sin gracia.
Una realización artificiosa, inútil y torpe.
Un reparto tan pintoresco, como que aparecen los dos padres de Solo en casa.
Casi nada. También sale Rosanna Arquette (hermana de Patricia, coprotagonista
de True Romance), que hace muy bien de muerta y muy mal de viva; así
lo demostrará diez años después haciendo de yonki en Pulp Fiction...
¿Qué tendrá Tarantino con las Arquette?
Griffin Dunne, el protagonista y lo único inicialmente salvable,
se va amilanando hasta tranformarse en un escupitajo más de Scorsese;
de hecho su carrera se fue al garete por culpa de meterse en tinglaos de esta índole.
Scorsese es un manta y no lo digo yo, sus películas hablan de él.
Es un relamido cineasta que creyó pertenecer al parnaso de los clásicos
antes de serlo; hoy dicen que es un clásico, pero lamentablemente,
sigue siendo, como diría Basquiat, SAMO (the same all shit).
Incongruente, soso, penoso, oso yogui, torpe, necio...
parece que un mono ha ideado el film.
¿Por qué nadie se atreve a aceptar que Martin Scorsese es un fiasco absoluto?
Tal vez el dinero tenga la respuesta.
Lo que le hubiera venido bien a Scorsese es salir de vez en cuando,
a un afterhour de verdad y espabilarse un poco.
Un lerdo total y muy mala influencia para herederos indirectos de su cine
como Tarantino, Lynch o los Coen.
Los malos maestros, confunden a sus discípulos, aunque estos sean brillantes.