por Lilian Uk y Reno Nasvil

miércoles, 23 de diciembre de 2015




BANANAS
(1971)

Woody Allen



Pues eso, bananas.
Película bananera en la línea de Benny Hill pero sin gracia.
A veces, uno se pregunta si realmente Allen quiso convertirse en el obeso y pervertido Benny.
Algo desastroso de gracia pésima.
Una sátira torpe.
Un resbalón sobre una cáscara de plátano o, mejor dicho, de banana.
Leer mal y corriendo a Aristófanes tiene sus consecuencias.




jueves, 3 de diciembre de 2015




MONUMENTS MEN
(2014)

George Clooney



Castaña.
Floja, floja.
Clooney, Clooney.
Vaya matraca.
Innecesaria, burra, boba, soporífera.
Tanta dinamita para tan poca mecha.
Parida total con talento desaprovechado.
¿Quién le permite hacer películas al sr. Clooney?
Una cosa es vender café cancerígeno y otra filmar.
Es un ejemplo de lo que serían las películas si los actores tomaran el poder.
Sin malos rollos.
Cada uno a lo suyo.
Y a vivir.




domingo, 29 de noviembre de 2015





INTERIORES
(1978)

Woody Allen



¿Qué gracia tiene intentar plagiar descaradamente a Ingmar Bergman?
No lo entiendo. 
Ejemplo de mala asimilación e intento fracasadísimo y tedioso de intentar comunicar un supuesto  sentido profundo de la vida.
Celuloide malgastado.
Energías derrochadas sin motivo.
Una especie de Gritos y Susurros a lo cutre...
En todo caso, ¿quién le dijo a Allen que Bergman era un modelo a seguir?
malos consejeros.
Mucha cocaina.
Los años 70 fueron una montaña rusa para el director de Brooklyn.
Un truño muy rico.








SLEEPER
(1973)

Woody Allen




La comida vegetariana es cancerígena.
Para follar existe un armario llamado orgasmatrón.
Y no hay mucho más. El popular rey de las ingeniosidad se quedó seco en su cuarta película.
Un capítulo de Benny Hill sin gracia. ¿Quiso jugar a ser H.G.Wells o George Orwell?
Seguramente intentó ser agudo sin serlo y la vergüenza ajena invadió la pantalla.
Parece que Allen siempre poseyó el beneplácito del público hiciera lo que hiciese
durante toda su carrera; es hora que se empiece a hablar de las enormes debilidades de su cine
y su torpe concepto del plagio.
La mitad de su obra es una copia de la obra de otros, un intento sin éxito de utilizar ideas ajenas
em modo Monty Python y ni siquiera eso.
Diarrea mental, traumas mal digeridos, complejos sin confesar; un ser herido con dinero suficiente para filmar una película. Una partícula de la mente de Freud sin saber muy bien qué hacer.
Cosas fruto del aburrimiento y la autocomplacencia.
Chorradita sin escrúpulos.
Falta de talento.
Monólogo batido junto a sesos de mono.
¿Latencia homosexual no asumida?
Sin duda Benny Hill lo hubiera hecho mejor con cuatro duros.




THE NEW WORLD
 (2005)

Terrence Malick




Pocahontas mix.
¿Qué ofreces cuando repites una historia contada mil veces?
Malick no se ha dado cuenta o no ve películas de Disney...
Cree que el steadycam es un dios y no es más que su perdición.
Le llaman el raro de Hollywood; a mí me parece la misma mierda,
pero en modo videoclip.
No entiende para qué sirve el plano secuencia; cree que sacraliza sus imágenes,
cuando lo que hace es dormir al personal.
Debería haberla titulado El viejo mundo.
Malick filma como un viejo sin ideas.
De donde no hay nada, no se puede sacar nada.



POST TENEBRAS LUX
(2012)

Carlos Reygadas



Caca de-lux.
Demonios. Ojos de pez horrorosos.
Cuando un director famoso se despoja de su infraestructura industrial, se enfrenta a revelar el verdadero director que lleva dentro; la verdad se muestra en la pantalla.
Un artista sólo demuestra quién es realmente con los mínimos medios, con lo más sencillo.
Reygadas, pretenciosamente, ha creído poder hacerlo y le ha salido un cucurucho, por no decir cosas ofensivas que puedan herir sensibilidades.
Advertencia: este film hiere gravemente la sensibilidad del espectador al insultar su inteligencia.
Una tontería como sus anteriores Japón, Batalla en el cielo o Luz silenciosa.
Un desastre.
Post Tenebras Lux
Caca de-lux

domingo, 11 de octubre de 2015




THE BEAVER
(2011)

Jodie Foster




Les contaré: hay un hombre deprimido que decide aislarse y abandona a su familia. El hombre, que interpreta Mel Gibson, justo a punto de suicidarse, es salvado por la voz de un castor parlante que él mismo da vida mediante ventriloquia. Un grito del animal de peluche le tumba en el suelo para que no se tire por la terraza y entre tanto, un inmenso televisor se le cae en la cabeza, ¿podría ser que el suceso del televisor fuera autobiográfico? No lo dudamos, es casi imposible que se trate de una metáfora. El hombre, ya en el hospital, decide volver con su familia, pero a partir de ahora, sólo se comunicará con el castor. Hasta ahí la idea en la que se basa la película de la señora Foster es un tanto extravagante, pero en todo caso sugerente, ¿qué tendrá que ver Jodie Foster con un roedor semiacuático con vocación freudiana? Cuando Mel Gibson regresa a casa, se hace creer al espectador que la cosa es que el tipo está loco, pero el plantel que se encuentra en el hogar no es muy diferente: una mujer que es diseñadora de montañas rusas y que pasa las horas frente a tres ordenadores sin pulsar ni una tecla, un hijo mayor que decide descargar su ira dándose de cabezazos contra la pared de la habitación hasta que literalmente, abre un agujero a la calle y un hijo pequeño que hace de comparsa al teatrillo del castor.
El circo está preparado. El público imagina que se va a tratar de una comedia un tanto peliaguda, pero en todo caso ligera, pero no, Jodie Foster tenía otros planes más cercanos al tutti fruti.
Como ya se ha dicho, la película no tenía por qué haber salido fallida, la cuestión es que Jodie Foster no sabe muy bien qué tiene entre las manos, no sabe qué hacer con ello y confunde churras con merinas, tanto técnica como argumentalmente. Lo que debería ser una historia tratada entre el absurdo y la alegoría, se transforma en un drama psicológico de problemas conyugales en la linea de Al salir de clase o Compañeros. La histérica interpretación de la actriz-directora como esposa del tarado del castor, ralla lo insoportable a un nivel ético y la vergüenza ajena invade al espectador ante la poca solidez de su talento. El papel del hijo mayor, en cambio da, en todo caso, pena (para ligarse a una chica, escribe un grafito delante de ella que dice: RIP BRIAN, o sea, el epitafio de la traumática muerte del hermano de la rubia que se quiere ventilar) y Mel Gibson, a pesar de ser lo único salvable del film, protagoniza un desenlace sin comentarios, digno de la peor de las películas gore que la señora Foster habrá visto en sus ratos libres: el castor se apodera de la identidad de Mel y éste, decide cortarse el brazo para liberarse del peluche maldito. Osea, para aclararnos, el virtuosismo de la directora hace de una comedia, un drama psicológico que se va transformando en un trhiller que deriva en una película gore con happyend. Total. Te quedas mudo ante esta joyita. ¿Por qué no lo llamó El muñeco diabólico III? ¡Ah, que ya existe! Finalmente, parece ser que Mel se ha curado, manco, pero se ha curado, ¿cuál parece ser la moraleja de este cuento horripilante? Que Jodie Foster o Jodie Freud tendría que dejar de ir al psicólogo y robarle las ideas para sus engendros fílmicos y cómo no, seguir el ejemplo de su personaje principal para no poder tocar una cámara de cine nunca más en su vida.



lunes, 31 de agosto de 2015



THE BEACH
(2000)

Danny Boyle




Todo lo que te cuenten es mentira.
Danny Boyle hace un tutti fruti entre Naúfrago, Tiburón, Apocalipsis Now e Easy Rider. Un desastre.  La interpretación de Di Caprio es como Diario de un rebelde en versión mochilero.
No se sabe muy bien de qué trata el asunto, ¿qué pueden hacer una comuna hippi en una isla llena de marihuana? Pues eso, hippiadas varias y sobretodo el ridículo.
Amebas cerebrales.
Con esta película, Boyle no consiguió otra cosa que forrarse y publicitar una playa tailandesa que hoy es una especie de Benidorm a lo vasto donde no cabe un palillo; hoy, perderse por el rastro de Madrid es más exótico. 
La Playa de Madrid.
La Playa de Danny Boyle.
SAMO (The Same All Shit).











LAVA
(2015)

James Ford Murphy




¿Es un pájaro, es un avión? ¡NO! es un volcán que canta.
Lo último de lo último en piffffffiadas mentales.
Es el vivo ejemplo de un animador de Pixar viniéndose arriba de una manera desmesurada.
Desmesurado pastel.
Apología amorosa de un tipo que no pilla cacho ni pa trás, porque está todo el día frente a una pantalla de ordenador diseñando fochas silvestres parlanchinas.
Ni siquiera demencial.
Empalagosinggg Now.
Pues eso: Lava.

¿Quién es James Ford Murphy? No queremos saberlo.





jueves, 6 de agosto de 2015




MR. SMITH GO TO WASHINGTON
(1939)

Frank Capra





Panfletada gitanera.
Ni se os ocurra.
Muerte infernal.
Lincon suelto.
El peor James Stewart.
Una pesadilla.
La peor de las peores capradas.
El patriotismo estadounidense ha destruido tantas carreras...
Cobarde, tediosa, artificial.
Anuncio publicitario, peor que cualquiera de los de Don Limpio.
(Mr. Propper ya no existe ahora se llama Don Limpio)






UNDER CAPRICORN
(1955)

Alfred Hitchcock




Todos sabemos que Hitch es irregularísimo. Tal vez este sea uno de los ejemplos más representativos de sus chapucerías. La película intenta sostenerse sobre una trama que trata de una mujer adinerada que se casa con el mozo de cuadras de su padre y que tiene un trauma porque mató sin querer a su hermano, pero la culpa se la lleva el mozo, que en la película ya ha crecido y es su marido y vive como un exconvicto, pues tuvo que estar en la cárcel por el asesinato para encubrir a su mujer. Eso por una parte. La segunda, quizás más salvable es en la que aparece un irlandés con cara de Sherlock Holmes y se hace amigo del exconvicto y se enamora de su mujer e intenta arreglar el culebrón que tienen montado en aquella mansión del Conde Drácula. Para rematar, en la mansión también trabaja una especie de ama de llaves superrottenmeyer que se tira el día emborrachando a su ama hasta que parece un pato mareado e intentando ligarse a su amo, sugiriéndole que la sodomice a cada rato. La guinda la ponen las cocineras: cuatro brujas que se están pegando palizas diariamente y que no saben hacer un huevo frito (por cierto, la ama de llaves tiene una especie de látigo con el que las castiga cuando se curten) ¿A que mola? Pues la película es un moco pegado debajo de la mesa de un troll tartamudo comparado con esto.
El film no contiene ningún misterio, sino mucha paja.
Paja.
Ni siquiera paja mental.
Under capricorn.
Australia.
Antípodas.
Lo contrario.
Fantasmada total sin fantasmas.
¿Quizá Hitch quiso hacer una comedia demasiado sutil??
Sutil.
Sotileza.
Pereda.
Coñazo.
Un aburrimiento insoportable con final pastel de manzana.
Mago del suspense.
Suspenso para el mago.







MY OWN PRIVATE  IDAHO
 (1991)

Gus Van Sant




A pesar de su novata y curiosa Mala Noche (1986) y de títulos tan extraordinarios como Gerry (2002), Van Sant siempre ha demostrado que le pueden mucho más sus principios personales que el hecho cinematográfico. Su enorme talento como filmaker ha ido diluyéndose en films panfleteros y telefilms de sobremesa. My own private idaho fue su segunda película y tal vez, su más prometedora cinta.
El film comienza de forma espectacular, mostrando un sueño de lo más sugerente; los primeros 10 minutos del film son sobresalientes. El problema viene después, cuando el argumento se deja llevar por una historia de chaperos adolescentes muy mal llevada.
Pollas.
Culos.
mamadas.
Un narcolépsico.
Neo.
River Fénix (creyéndose James Dean).
Una comuna de chicos a lo Hook pero en mendigos.
La peli se va por el retrete, se licúa hasta marearnos en un frapuccino vomitivo.
A veces los principios nos traicionan y merman a un cineasta hasta transformarle en un primo.
Primate.
Elephant.
Paranoid Park.
Mi nombre es Harvey Milk.
Pues eso, qué leches.
Uno menos.




martes, 4 de agosto de 2015





UPSTREAM COLOR
(2013)

Shane Carruth




Primer (2004) fue su primera película.
Trata sobre unos frikis de los ordenadores que se hacen autónomos para inventar un producto tecnológico que los saque de pobres. Por casualidad, inventan una máquina del tiempo en pequeñito, por una serie de señales y datos que ellos solo entienden. Deciden hacer una máquina más grande y para esconderla, alquilan un trastero de esos donde no cabe ni una bici. Pues eso, empiezan a probarla y entonces el espectador se queda anonadado. Lo único que vemos es a estos dos tipos saliendo y entrando de una tienda de campaña cutre del Decathlon sinin poder entender qué diantres ocurre. Al final de la película todo es un enigma, a pesar de que el director piensa que nos lo ha explicado sutilmente. La acepción del término sutil que debe de tener este exmatemático llamado Shane Carruth, ha de ser de lo más extraña, al menos, no coincide con la del diccionario.
Si creen que es una mera casualidad o una falta de apreciación por los ínclitos representantes de Cine Nor, atrévanse a ver su siguiente película (Upstream color) y entonces empezaran a flipar mandarinas lilas en vaso de tubo.
Trina.
Tang.
Sunny Delight.
Kas de naranja.
Schweppes... tan incomprensible y gaseosa como esta sospechosa marca de refrescos.
Carruth, vuelve a la simetría axial.



P.D: Dejamos un link donde un tipo muy raro intenta explicar el barullo de Primer. No se queden mirando la pantalla fijamente o corren el riesgo de viajar en el tiempo, pues la lentitud y parsimonia que manifiesta el espécimen que aparece, es un tanto alarmante.












AMERICAN FLYERS
(1985)

John Badham




El apellido del director ya pronostica dificultades. Por otro lado, es el director de Fiebre del sábado noche (1977), lo cuál indica su talento, teniendo en cuenta que es el único film reconocible entre su variopinta filmografía (desde 1997 no ha vuelto a estrenar película en el cine). 
El film trata de cómo dos hermanos intentan ganar algo así como el tour de Francia, pero en las Montañas Rocosas de EEUU. Uno de los hermanos sufre un gran riesgo de sufrir un derrame cerebral, pero no se lo dice al otro. Y ya está. Ver a Kevin Costner en modo Mario Cipollini  al borde de un ictus mientras monta en una BH, la verdad es que es un espectáculo dantesco.
Se puede decir que los hermanos sudan la camiseta al estilo Hollywood, pero de ahí en adelante, la peli no se diferencia mucho de la emisión guarra de una etapa de La vuelta a España a las cuatro de la tarde en medio del verano. Imaginamos que pocos conocen la existencia de esta rareza nor.
Tal vez, en ese momento, Constner aún no sabía de su gafe crónico.
A perfect World.
Waterworld.
Dragonfly.
Tin Cup.
The Postman.
¿Conocéis a alguien que se haya arruinado más veces?
En todo caso, Constner no nos cae del todo mal, pero Badham podía haber abierto una carnicería o haberse dado la vuelta en la cama, el día que inició ese truculento rodaje.  
A veces la vida no es más que mala suerte.
Jamón caducado.
Ciclismo pastel.
¿a quién se le ocurrió esta película con estrellas del cine subiendo el Alpe d'huez?
Pues un tipo llamado Steve Tesich, un guionista norteamericano que seis años antes escribió una película sorprendentemente idéntica: Breaking way (1979), vamos, lo que se dice, un tipo que piensa sobre dos ruedas. Deleznable.
Como se dice coloquialmente, a partir peras.






domingo, 2 de agosto de 2015






LA COLECCIONISTA
(1967)

Erich Rohmer




En el círculo de cine Nor hemos bautizado al autor de esta película como Eric Morir; bastaría con este matiz para completar la nota. De los seis cuentos morales, este es el tercero y más premiado de la mítica serie; será esa la razón de su insipidez, languidez, idiotez, aburrirtez... todo lo que se os ocurra acabado en (h)ez.
El cine nunca se inventó para que un burgués (o burguéz) se regodeara de su relamida condición de vacío, pero Morir, empujado por su afán realista e intelectual, fundó una tendencia marsopiana para cocer algas que muchos cineastas posteriores se han creído y que aún hoy han hecho perdurar.
¿Dónde está lo extraordinario? ¿dónde está el poder de la invención? ¿dónde está el cine?
Eric Morir consigue con este film, la peor y más sosa pieza de su más famosa serie; parece un anuncio de Calvin Klein filmado con la cloaca de una rata.
Parece ser que Morir quiso ser novelista, e incluso llegó a publicar una novela: Elizabeth (1946). Fonéticamente: Elizabez. No hemos leído el libro, pero algo nos indica su curiosa terminación.
No entraremos aquí en polémicas de sobrevaloración de autores, sólo apuntamos que este cuento moral, -pues así es presentado por el autor-, es una farsa, pues en realidad no es más que un cuento banal o bananero, de muy dudosa calidad.
No es un plátano de canarias, a pesar de estar lleno de manchas.
Se puede imaginar qué nos gustaría que hiciera Rohmer con su frutilla...
Rohmer se llama en realidad Maurice Henri Joseph Schérer, luego se cambió el nombre por Gilbert Cordier y por fin nosotros le hemos encasillado en Eric Morir. El tiempo dirá. 





viernes, 24 de julio de 2015




SHARKNADO III
 (2015)

Anthony C. Ferrante





Los que sigan manteniendo que las ficciones norteamericanas puramente comerciales, son inocuas para ese público que las consume compulsivamente como mero entertaiment, utilizándolo a modo de mero sustituto del vacío y el tedio que domina a la gran mayoría burguesa, están sometidos bajo un enorme error. La tontería está en boga, pero no es de ahora, pues ya hace tiempo que se abrió la veda para aquellos que creyeron que el espectáculo es algo inofensivo para el cerebro y exclusivamente rentable para los bolsillos. En 1975, Steven Spielberg filmó la flébil y pésima Jaws, una película, no ya de terror psicológico, sino temerario manicomio y de efectos incalculablemente nocivos. Ya, en esa época de resurrección de la industria norteamericana, el film provocó una inesperada segunda parte, esta vez dirigida por un tal Jeannot Szwarc, un engendro hollywodiense que más tarde daría bazofias cagalíticas tales como Supergirl (1984). Un año antes de esta mierda con patas, un depravado mental llamado Joe Alves se atrevió a dirigir una tercera secuela: Jaws 3D. Para correrse en pista y para que cualquiera descubra que la mentira del 3D no es sólo un sofisma del siglo XXI, sino una gran y lucrativa mentira del cine industrial norteamericano desde sus inicios. La cosa es que el llamado cine de serie B existe desde los años 30' con una función de rentabilidad comercial de proyectos menores, dirigidos al relleno de parrillas y circuitos sin publicidad, lo que no quiere decir que sus productos tengan que ser coñas marineras en conga; de hecho, Jean-Luc Godard dedica su primera película À bout de souffle (1959) a Monogram pictures, el más importante estudio de películas de serie B. La cuestión es que, como todo en este siglo, la cosa a degenerado de una forma tal, que el jueguecito de los tiburones de Spielberg se ha transformado en una diarrea mental dentro de las cabezas de un puñado de directores dispuestos a cualquier cosa por representar la idiotez supina más garrafal de la historia de la ficción; otro motivo no se nos ocurre por el momento.

En 2013, un tipo llamado Anthony C. Ferrante -imaginamos que fanático del director de Cincinnati- se le ocurrió la colosal idea de hacer una película basada en una plaga de tiburones que viajan volando en tornados y que pasan el día devorando a la gente de las ciudades como si fueran patatas fritas; vamos, lo que se puede denominar la genialidad de un auténtico coquito. La película se distribuyó como una TVmovie más, pero su impensable argumento y su objetiva banalidad, parece que consiguieron seducir a ese millonario grupo de personas que gastan su existencia en esta fabulosa y amenazada tierra, mandando eso que llaman tweets -que más bien deberían empezarse a llamar pifias mentales-, apoderándose así de la temida opinión pública e imponiendo ese extraño criterio tan arbitrario y falaz que domina nuestro siglo y que hace vincular los negocios y los productos hacia depravados y pornográficos objetos de ocio; todos esos usuarios no se diferencian mucho de los asistentes en Roma al Coliseum, cuando en este morían esclavos devorados por osos, tigres y seguramente, también tiburones. La industria del espectáculo apenas a cambiado, pero el cinismo social hace dignificar a esa pandas de cibernistas miedosos que se esconden detrás de sus tweets intentando someter la realidad. Tal vez sea verdad que ellos sean los que marquen las futuras tendencias, ya que los inversores imaginan en ellos al público objetivo; lo que no tienen en cuenta es que la mayoría de esos descerebrados o víctimas spielbergianas -como nos gusta llamarlos- poseen un cerebro triturado y un gusto salvaje por lo insustancial y fútil que clama al cielo d euna manera pasmosa -como se diría en otras épocas-. Desde Cine Nor, no queremos parecer puritanos o formalistas, ni siquiera canónicos (véanse nuestras anteriores publicaciones), pero la tontería tiene un límite y muchas veces, la masa se transforma en una ameba unicelular atrofiada que solo aspira a comer, cagar y dormir y, si tiene un rato, a ver películas de algo tan impresentable como Ferrante. Al igual que Spielberg en los 70', Ferrante cree hoy en su inusual negocio sin tener en cuenta las secuelas psíquicas que en el público puedan producir a la larga; pero eso no es todo. Como si no fuera poco, en 2014 Ferrante filmó Sharnado II: The second one y en 2015 se ha atrevido a repetir con Sharknado 3: Oh Hell No! Pues eso: Oh Hell No! La cosa parece grave y según ciertas publicaciones, se han enviado mil millones de tweets alabando la nueva bazofia zoofílica de Ferrante; es triste que la gente apoye peraltas tan altas como este palomino; la historia de los pueblos es impredecible. El ñordo -como las anteriores entregas- trata de lo mismo: un hombre con una motosierra mata tiburones arrastrados por tornados en medio de una ciudad para salvar su vida. Dicho así, suena casi metafórico, incluso cercano a un mensaje en clave social; pero nada más lejos de la realidad. Ferrante no hace uso del género fantástico, sino de la frivolidad mental más banal nunca utilizada y la perversión más atroz y desmesurada que nunca haya contemplado una mente. El protagonista lo interpreta un menesteroso actor llamado Ian Ziering, producto puramente hollywodiense repleto del peor de los egos y la mayor de las frustraciones. Se trata de un histrión rubio ojos azules invadido de una extraña autoestima que apareció durante los 90' en la adolescente y hormonal Beverlly Hills 90210 Sensación de vivir y en la no menos adecuada Melrose place. Es un actor muy difícil de definir, ya que ha colaborado en películas tan weird como Tyrannosaurus Azteca (2007) o las series de Godzilla. Ha puesto voz a cortos de Disney y ha interpretado un personaje llamado orgullosamente Testículos en la burlona versión de 300 (2006), The Legend of Awesomest Maximus (2011). A Ian Ziering le han debido de realizar una lobotomía cuando ha manifestado: Sharknado 3 sigue siendo una película familiar, la historia de un hombre normal en una situación extraordinaria que quiere asegurarse de que su familia esté a salvo. Y se queda a gusto y se come un huevo frito. Ya se sabe: precisamente es a una sensación de vivir es a lo que llega uno ante dichas palabras y no de estar viviendo realmente entre mortales, ¿será Ian Ziering inmortal?
Este pequeño texto, quiere poner de relieve la extrema irresponsabilidad del midas Spielberg y la alucinada herencia que la mayoría de sus películas están dejando en las generaciones como un poso de horror y apocalipsis; un testigo no sólo para los espectadores sino para ciertos directores. El movimiento freak, la avalancha analfabeta, la depravación enfermiza y sobretodo, el aburrimiento dominante, hacen de este tipo de productos, el SOMA más brutal de nuestro tiempo, el opio más frugal de las prácticas de lo efímero que se haya manifestado jamás en el puto globo terráqueo. Los estudios de Hollywood se llenan los bolsillos mientras miles de millones de sesos son extrujados por los truños espaciales y zoológicos más intragables de la existencia que promueve la industria norteamericana. Ese es su testamento: el efecto es igual a que te inyecten un litro de laxante en el cerebelo y esperar que aguantes a la siguiente entrega. Todo `parece ser una plaga y no de tiburones exactamente: los invasores de cuerpos hoy hacen películas amorfas para distorsionar la percepción de la realidad y confundir la existencia con el único propósito de dominar el pensamiento y el valor. Hoy mucha gente está deprimida y no sabe por qué; en parte la culpa la tiene el legado de Spielberg.
Para demostrar que la enfermedad spielbergiana no sólo ha afectado a la mente del superdotado de Ferrante, pondré algunos ejemplos más, autores que han decidido explotar esa veta de retrasados: Sharktopus (2010), que trata de un tiburón pulpo y sus andares, Dinoshark (2010), que trata la lucha de un escualo y un TRex (asombroso cuanto menos), Mega Shark vs. Crocosaurus (2010), o sea, más de lo mismo y leña al mono. La mutante 2-Headed Shark Attack (2011), donde a los guionistas ya les da igual la dignidad e inventan un escualo bicéfalo para dar el doble de susto,la sospechosa Jurassic Shark (2012), la cuál suponemos que tiene la bendición de papá Spielberg y para terminar, una joya que al parecer saldrá en 2017: Sky Sharks, una hiperparanoia escrita -suponemos- por algún tipo de ser unicelular o cualquier tipo de tubérculo variceloso, debido a que el argumento trata de tiburones nazis que vuelan dirigidos por zombies y que abordan aviones para asesinar a los pasajeros; por cierto, los tiburones lanzan misiles. No sabemos qué tipo de drogas se meten a día de hoy los guionistas pero alguien les debería recomendar otro tipo de alucinógenos. No existen letras en el abecedario cirílico para abordar el tema. No existe mente que quede intacta ante tal cantidad de vómito infográfico y de energía desaprovechada. Una lástima de porvenir, si esos miles de millones de tweeteros o víctimas spielbergianas siguen promoviendo este tipo de polladas choriceras basadas en godzillas devastadores, tiburones asesinos, naturalezas amorfas y zombies obsesionados con acabar con la vida y la belleza; pertenecer a dicha masa de detritus máximo es insultar a lo más valioso de nuestra inteligencia. Si eres uno de esos que están hoy tentados en perder su tiempo con susodicha castaña, recomendamos sustituir dicha opción por una buena curda, que al menos les hará alucinar con sus propias imágenes y confundirse en sus propios mundos.
En contra de las cagarrutas y plomos de gaviota.
Salud.
















jueves, 23 de julio de 2015





HEAVENLY CREATURES
(1994)

Peter Jackson




Impresionante.
Frodo y Sam en versión Melanie Lynskey y Kate Winslet.
En este film, Jackson no necesitó dragones ni elfos para conseguir un resultado horripilante.
En 1987 realizó otra película llamada Bad Taste, pues eso, mal gusto es lo que sigue ofertando el barbudo al modo naif, que en su caso podría denominarse aburridismonaif (Ronquido profundo).
Habría que preguntar al director por qué diablos no deja de mover la cámara sin motivo, ¿es que el
alquiler de la grúa fue tan costoso que hubo que rentabilizarlo, usándolo hasta para cagar? Cagar, eso es la sensación que te entra cuando ves esta tontería. NO hay quien se la trague (Garganta profunda).
Desmesurada interpretación. Cuarto mundo. Desmesurado cuarto. Interpretación mundo. Mundo desmesurado. Cuarta interpretación. ¿Tiene todo esto algún sentido? NO. Pues eso, la película es eso: una tontería mareante de arcada total (Parida profunda); para tomarse un bote de laxante después de una barbacoa.
Vomitar.
Potar.
Intestinal.
Flora.
Intestinal.
Tóxica.











sábado, 11 de julio de 2015





GRANDES ESPERANZAS
(1998)

Alfonso Cuarón





Fíjate que la propuesta es interesante y que Chris Cooper nunca defrauda, pero ni así. Ethan Hawk parece una langosta redimida por el mismo Capitán Pescanova y la rubia de Paltrow, no hace más que lo que siempre ha hecho, pero en modo superfurcia. Imaginamos que la cuestión no es culpa de ninguno de los actores; la culpa es de Dickens por escribir tan mal y de Cuarón por ser novato; pero incluso los novatos tienen un límite. Si Dickens levantase la cabeza podría escuchar diálogos como el siguiente:

Dame tu mano. ¿Qué es esto?

Tu... tu teta.

Mi corazón. Es mi corazón. Está destrozado.

No hay por donde cogerla, muy floja.
¿Alguien se explica la razón de por qué aparece De Niro en la película?; durante años, equivocadamente, pensé que sería un cameo ya que él producía la película junto con el productor de El cabo del miedo (1991); esta película sí que da miedo; quizás ese es el único motivo del pintoresco cameo.
Para acabar, dejaré otra joyita del guión de un tal Mitch Glazer, que nada tiene que envidiar a la prosa isabelina:

No saltes.
¿Me salvarías?
No en este traje.

Te cagas.





LA CINQUIÉME SAISON
(2012)

Peter Brosens



Una secuencia, dos, tres. Cada una de su padre y de su madre.
No la salva ni que sea independiente, ni que sea francesa. Hace ya muchos años que el cine francés es equivalente a snobismo burgués seudointelectual; hace más aún que el cine independiente es una pantomima de la libertad, un nido de resentidos y babosos intentando expresar memeces de primera categoría. No exagero. Exaspero. Muero porque no muero. Algún día se empezará a hablar de las películas serie Vimeo; será el equivalente a la serie B de los años 40'. Bailes, máscaras, animales y suficientes planos preciosistas como para hacer una exposición en los pasillos del Pompidou o en la casa de Amelié (por cierto, película insidiosamente irritante).
No te crees nada; no se lo creen ni ellos.
El cine es una cuestión mayor, no de polladas galas en HD.
Cuando alguien sepa por qué se filmó esta película, que me llame.
No me levanto hasta las 12.
Disculpen las molestias.


MR. SMITH GOES TO WASHINGTON
(1939)

Frank Russell Capra




Frank Capra es sin duda, uno de los mejores directores de la historia. La cuestión es que si eres siciliano y vives en EEUU y haces una película el mismo año que estalla una guerra mundial, las cosas se complican. Hay varias excepciones en la obra de Capra que ensucian su currículo: la mayor, sin duda es esta. La masiva cantidad de propaganda política y didactismo institucional que converge en sus mugrientas imágenes, supera con creces cualquier video sectario del PP. Es como un NODO a la americana, pero sin Fraga, sin gracia y sin un ápice de inocencia; en una de las escenas, James Stewart (en uno de sus papeles más coñazo) da la impresión de estar a punto de masturbarse delante de la estatua de Abraham Lincoln (Steven Spielberg nos provocará la misma vergonzosa sensación en su adocenada Lincoln (2012) en sus secuencias más fulgurantes). La primera ganó un pútrido Oscar, la segunda, dos; la propaganda cada día, se valora más.




THE HOUND OF THE BASKERVILLES
(1959)

Terence Fisher




Si a alguien le interesan las novelitas de Conan Doyle, allá él, pero que bajo ningún concepto espere que viendo películas como esta se va a ahorrar el sopor del libro; al contrario, al ver el film se le quitarán todas las ganas de resolver misterios. Tediosas conversaciones, dramas epidurales, celuloide malgastado sin razón y una mujer ahogada en el fango. El misterio es de lo más tonto, la resolución de lo más idiota y el perro que sale al final de la cinta no puede ser otra cosa que una mezcla entre un pony y una rata de las alcantarillas de Carabanchel Alto. Este tipo de films sólo existen para hacer un favor: destruir definitivamente la incompresible popularidad de ciertas obras facilonas y democráticas, que simplemente realimentan el ego retorcido del público más vulgar. 
No muchos saben (o aceptan) que Conan Doyle odiaba escribir sobre Sherlock Holmes y que sólo lo hacía por dinero; nosotros odiamos gratuitamente a Terence Fisher y ahora todos los saben.

sábado, 4 de julio de 2015




THE EMPEROR'S CLUB
2002

Michael Hoffman





Digna de estudio.
Te entra diarrea y no mental precisamente.
Además sale Jesse Eisenberg, el chico que hizo de Mark Zuckerberg en The Social Network (2010), toda una ayuda.
Creemos que algún chimpancé avanzado está detrás de la trama; a diferencia, el montaje no puede ser de otro que de un canguro manco ahogado en mezcal.

Salud.

miércoles, 21 de enero de 2015



BOYHOOD
(2014)

Richard Linklater





Lo que pasa cuando no lees sobre una película antes de verla es esto: te equivocas. A veces te equivocas y lo que sucede es que te sorprende y te gusta y te quedas con esa sensación de cosquilleo emocional que te recorre por dentro, el milagro; sin embargo la mayor parte de las veces es decepción lo que encuentras ¿por qué? Por que es muy difícil hacer cine, porque es muy difícil emocionar, porque es dificilísimo hacer reír porque es casi imposible satisfacer las expectativas de un creyente. Yo creo en la magia, creo en el amor verdadero, creo en la emoción pura y en la sorpres y creo que el mundo hoy y ahora y las personas que lo compartimos, no siempre damos la talla para tales fines. Creo que Boyhood es un sobrevaloradísimo experimento; merece la pena pensar en la idea, en el concepto inicial del film: una exploración de personajes-persona a lo largo de los años en tiempo real. Novedoso, excitante, talentoso a priori pero un fiasco finale. La película en sí no tiene ninguna intención, ningún interés, ninguna valía más que la de documentar una ficción insípida en modo realista. Ver la película es una pérdida de tiempo, un pasar los años de cualquiera llevado a la pantalla sin más. El entusiasmo de lo desconocido y la exploración de lo nunca visto, se transforma en un tedioso pasar del tiempo, dentro y fuera de la pantalla. 

La espera no merece la pena esta vez.





viernes, 16 de enero de 2015


BOX OF MOONLIGHT
(1996)

Tom Dicillo



¿qué ocurre cuando no ocurre nada?
nada
Turturrada.
Dicilada.
o sea: NADA.