por Lilian Uk y Reno Nasvil

domingo, 16 de septiembre de 2018


THE INFORMERS
(2008)



Es menos doloroso beberse el pis de alguien que verse esta película.

lunes, 30 de julio de 2018




THE PAPERBOY
(2012)

Lee Daniels



No entiendo nada de la película, si alguien me la puede explicar
que escriba una carta a mi dirección:


Av. de la Chorrada nº33
25099
Hollywood USA







lunes, 23 de julio de 2018




WONDER WHEEL 
(2017)

Woody Allen





Y la rueda gira y gira y gira.
No sabemos qué obra de teatro ha intentado mostrar en esta feria autocomplaciente el viejo zorro de Manhattan.
¿Se puede dormir bien después de hacer esto?
¿Justin Timberlake debería seguir actuando?
¿hasta donde puede estirar el chicle la carrera mortuoria de Allen?
¿qué se puede decir de un film en el que lo mejor es el cameo de dos personajes de los Soprano?
¿alguien quiere seguir subido en esta montaña rusa?
Prefiero comer ensaladilla rusa.
O una buena hamburguesa con filetes rusos.
O ver una peli de Rene Russo, Nightcrawler preferentemente.
Vaya noria.









lunes, 16 de julio de 2018




THE MOUNTAIN BETWEEN US
2017

Hany Abu-Assad

 



El cine burgués es aburrido, falso e insultante; esta película es un ejemplo inmejorable del género plato o también conocido como el género chungo. Hany, el director, es uno de esos flipins que caen en la trampa del tío Sam y mutan sus propias formas personales para transformarlas en iconos estereotipados, difundidos por Hollywood. La periodista aventurera e impulsiva y el médico aséptico y estirado se cruzan en esta historia con pretensiones realistas, de una eficacia de alcantarilla romana. El personaje de Idris Elba es anodino e indiferente -como lo es también en su otra película del mismo año, The Dark Tower-, pero el de la señorita Winslet -que lleva sin levantar cabeza, al menos, desde Revolutionary Road (2008)- es un auténtico sin sentido y una amalgama de ridiculeces que rozan el trampantojo sideral. Se trata de una periodista que hace fotos con una cámara analógica -en todo el film no cesa de disparar con la cámara y nunca se le acaba el carrete, ni se le estropea el mecanismo a pesar de caerse al interior de un lago helado o rebozarse a través de kilómetros de nieve-, que está a punto de casarse y decide proponerle a un desconocido alquilar una avioneta a una especie de viejo piloto borracho que le dará un mal aire durante el viaje y que les hará estrellarse en lo alto de la cima de una montaña muy parecida  a la que aparece en la película de ¡Viven! (1993). Pero no se asusten, aquí nadie se va a comer a nadie -aunque eso le habría dado vidilla al mamotreto visual- pues los náufragos alpinos tienen todo tipo de chocolatinas y galletitas para salir exitosos de una supervivencia extrema, en la cuál parecen estar de picnic, disfrutando de días soleados y temperaturas templadas. Tras el accidente, el personaje de Winslet tiene la pierna hecha un mapa y no puede moverse, pero a los tres días, debido a su sobrenatural ímpetu, se pone a caminar rollo Camino de Santiago colina abajo como si fuera un pastorcillo con su perro y a tirar millas, más fresca que una rosa de pitiminí. En la película no se explica cómo la periodista había planeado alimentarse durante el largo e improbable camino de vuelta a casa, donde la periodista se permite incluso el lujo de detenerse para hacer una foto graciosa del perro en medio de la escarpada cordillera. Esta sospechosa fuga -el espectador nunca llega a comprender el fin de la misma- obliga al fornido médico a salir en su busca como un estrépito y una energía digna de Usaín Bolt -no olvidemos que llevan tres días encerrados en el interior de la chatarra de un avión comiendo kit-kats y luchando contra pumas hambrientos-, hasta que la encuentra en cero coma y siguen andando con tranquilidad hasta una pacífica llanura. Allí, siguiendo al perro de Scottex -del que también ignoramos de qué se alimenta y por qué no se los come a ellos- encuentran un chalet cojonudo y abandonado entre los árboles; sólo falta que aparezca un camarero y les ofrezca unos mojitos gratis. Pero claro, el argumento, al ingenioso Hany se le estaba haciendo muy pastel, así que con calzador y alevosía, introduce un minidrama que trata de que Kate Winslet se cae en el lago congelado que se ocultaba bajo sus pies. Calculando la velocidad a la que acude el médico, la Winlet no debe estar en el agua más de cinco segundos, los cuáles son suficientes para que ella se desmaye bajo el agua y el médico tenga que inventarse un bálsamo curativo con un antídoto para picaduras de serpiente. Acojonante. El timing de peli chunga se va cumpliendo segundo a segundo hasta que llega la inevitable e inverosímil secuencia amorosa a lo spa de lujo. 
Hasta aquí he contado la mitad de la estupidez argumental que tiene muchas más paridas de las que un cuerpo viviente podría soportar. No puedo seguir describiendo tanta basura, estoy agotado. Sólo un apunte para finalizar: en vez del seudopoético título "La montaña entre nosotros", el film podría haberse llamado perfectamente "Vacaciones en la montaña", más prosaico y ajustado a una cosa tan plana y tediosa, pues parece más un trasunto chorra de la melosa Vacaciones en Roma (1953) de William Wyler que un film típico de supervivencia yanki como The edge (1997) de Lee Tamahori.
Agüita.
Queso Filadelfia.
Untar y tirar.
Máquina de bolas de chicle.
Muerte al cine burgués.








domingo, 20 de mayo de 2018



OCHO MILLONES DE MANERAS DE MORIR:
AÑOS 80' EN EEUU

(1986)

Hal Ashby




Ocho millones de maneras de potar, se podría decir. Pobre Jeff Bridges, pobre Hal Ashby. ¿Cómo dos tipos como ellos acabaron haciendo una cosa así? Una de las respuestas es que Oliver Stone escribió el guión y ya se sabe cómo se le da la pluma al genio del señor Pedrolo. Otra razón se basaría en que el maravilloso Ashby no tiene ni pajolera idea de hacer una película de género y menos una de acción. Ashby consiguió prestigio desarrollando su sello personal (Harold y Maude, El último deber, El regreso y Bienvenido Mr. Chance), el cuál le hizo sobrevivir en EEUU como uno de los pocos que podrían salvarse de la quema de la llamada revolución hippi hollywodiense de los años 70' y 80', la cuál, a pesar de su promesa de renovación, acabó siendo -en gran medida- un cubo de basura llena de buenas intenciones. Esta película es una muestra de que Ashby acabó infectado por el mal hacer de la industria y la dejadez nihilista de la época. Pero si la cosa acabase aquí: cuatro años antes, estrenó otra película para cagar doritos llamada Looking to get out, protagonizada y escrita por Jon Voight y que ya preconizaba la de Bridges. Voight siempre quiso regresar a la gloria de la pésima -aunque mitificada- Cowboy de medianoche. Y ni escribiéndolo él mismo. La misma cutrería, la misma indisciplinada estupidez; la sensación de estar viendo nada, de estar pasando nada, de perder el tiempo... estas películas son una síntesis perfecta de ese efecto. Tal vez en su juventud, Ashby se pasó con los ácidos y su cerebro se le frió o como diría mi abuela, se le frilló. Quién sabe. A lo mejor, la madurez le apartó de sus maravillosas drogas, lo que tuvo como consecuencia su falta de gracia. Siguiendo con Jeff Bridges y los malogrados años 80', en 1988 se estrena Tucker: Un hombre y su sueño (1988), una espeluznante chorrada firmada por el legendario F. F. Coppola, hacedor -en general- de sucias banalidades. En ella, el protagonista es de nuevo Jeff Bridges, actor amado por el público, pero proclive a elegir malos proyectos o mejor dicho, absolutas bazofias que deberían arden de inmediato en el horno de un panadero artesano; hace de nuevo el ridículo. Si lo piensan bien, a pesar de su popularidad, el simpático de Bridges es conocido en la memoria del público común por la delirante El gran Lebowsi y poco más: La última película, K-pax, Starman...  Ya que estamos con los años 80', traeremos a la quema a films como El vientre del arquitecto del sobrevalorado Peter Greenaway, el cuál confunde vanguardia con paja. Tremendo. Si quieren ver al maligno shérif de Acorralado (Brian Dennehy) -por cierto, película de 1982- en modo arquitecto cultureta, no se pierdan este film mitificado por la crítica degenerada. ¿Saben cuál es la película más famosa de Brian Dennehy? Cocoon, estrenada -mira que coincidencia- en 1985. Una auténtica joya de las películas de la tele los veranos por la noche. Por cierto, con Ron hemos topado, la madre de todos los corderos: el creador de Night Shift (1982) o Splash (1984). Podríamos seguir hablando de películas basura de los ochenta y no parar: Este muerto está muy vivo (1989) de Ted Kotcheff -el director de Acorralado-, Staying Alive (1983) -protagonizada por John Travolta, dirigida por Stallone-, Perfect (1985) -dirigida por James Bridges, sin parentesco con Lebowski y protagonizada por Travolta y Jamie Lee Curtis- o la bazucada fílmica de Lobster Man from Mars (1989) de Stanley Sheff.
No son todos los que son pero están todos los que se lo han ganado.
Qué mal sentaron los 80', digo sentaron, pues asentaron: luego vendrían los 90' y eso si fue heavy metal, pero lo dejamos para otro día.








martes, 17 de abril de 2018



FLIPPED
(2010)

Rob Reiner


No tengo palabras Rob. Cuando se hace algo tan insulso que cagarías chococrispis al verlo, no sé qué decir. Cuando Rob filmó This is espinal tap (1984), La princesa prometida (1987) o Algunos hombres buenos (1992) la cosa al menos tenía su gracia, pero este chiste no hay quien lo entienda. Ja, ja; como escriben algunos para mostrar su indiferencia.
Películas de tres de la tarde.






SUMMERTIME 
(1955)

David Lean



Pues eso, el gran David Lean, a veces se tomaba vacacaciones y hacía estas mierdas.
En realidad no es una película, sino un anuncio promocional de Venecia.
Interesante, imagino, para una agencia de viajes.
El papel de la señorita Hepburn sólo se entendería si hubiera aceptado este papel para que le saliese
el viaje gratis; no se nos ocurre otra motivación.
En España, país famoso por rebautizar películas sin ton ni son, la tontería fue estrenada como Locuras de verano. Pues eso, queremos creer que el señor Lean se permitió semejante chorrada debido a que sufrió un episodio de delirio temporal.
Postal barata.





SUPERSONIC
(2016)

Matt Whitecross


No veáis este documental, es de lo más jancho que se ha hecho sobre un grupo de música.
Si os gusta el grupo, escuchad los discos, porque la vida de los Gallagher, según esta versión, es para tirarse por la ventana y hacer el pino sobre un agujero de golf. Imposible de ver. Cagada monumento.
Un oásis de horror.



ENTRE TINIEBLAS
(1983)

Pedro Almodóvar



Esta película demuestra que una buena idea no es garantía de una buena película.
El guión parece que lo escribió el tigre con la cola.
Las interpretaciones -exceptuando a la señora Lampreabe- son de lo más curte, vamos, de corto de ayuntamiento local. De hecho, la protagonista, Cristina Sánchez Pascual, es un auténtico desastre.
La película, a pesar de pretender ser una comedia lisérgica, es un muermo.
Don Almodóvar, usted en esa época se divertiría mucho, pero sus películas eran más sosas que el pepino. El planteamiento, ciertas composiciones y el toque pop son interesantes en ciertos momentos, pero todo se va al carajo en cuanto alguien del reparto abre la boca...
¿no hubiera sido mejor hacer una película muda?
Película hecha con pinzas.
Ahí lo dejo.





viernes, 30 de marzo de 2018




LA FORMA DEL AGUA
(2017)

Guillermo del Toro



Esta es la historia de una muda que se enamora de un pez.
Y tienen sexo. Y les dan muchos Oscar.
Y se van a vivir al fondo del mar.





LOS FANTASMAS DE GOYA
(2006)

Milos Forman




¿Creéis que esto es un biopic? ¿creéis que Bardem hace de Goya? ¿creéis que Goya sale en la portada de la película? Estáis más equivocados de lo que pensáis. ¿Sabéis quien es Stellan Skarsgard? Es Goya. ¿Creéis que Goya tiene algo que ver con esta película? ¿sabéis algo de Goya? ¿creéis que vais a aprender algo más de él? Sois un puñado de almas cándidas ¿sabéis quién es Milos Forman? ¿os suena Andy Kaufman? ¿Mozart? ¿Larry Flynt? Pues nada que ver, desde 1999 Milos Forman es un chapucero. Esta una película ambientada en Madrid, rodada en España -¿sabéis qué es España?-, con el noventa por ciento del reparto español, los extras hablan en español y los protagonistas en inglés. Milos Forman da una imagen de España cojonuda: un país sádico, lleno de paletos y putas y pintores que pintan fatal. Según la película Napoleón quiso liberar a España invadiéndola. A Goya le tocaba todo la polla y Natalie Portman hace el papel de su vida. Aunque no hablaba hacía mucho mejor de Reina Amidala; en esta película llega a parecerse más bien a Jar Jar Binks -¿sabéis qué es Jar Jar Binks?-. Milos Forman podías haber venido a España a tomarte una cañita y ya. A ver qué pasa si un día un español hace una peli en Checoslovaquia. ¿Alguien sabe dónde está Checoslovaquia?
De Javier Barden no vamos ni a hablar, de su hermano menos porque sale un segundo, y de Ramón Langa solo podemos decir que está poseído por Bruce Willis. ¿sabéis quién es Bruce Willis? ¿sabéis quién es Ramón Langa? No, no son la misma persona. ¿Por qué lo sé? Porque mi madre de pequeña tenía tres amigos: un pato, una rana y Ramón Langa.
Todavía nos preguntamos por qué se titula Los fantasmas de Goya..., a ver si hay cojines a verla y descubrirlo, porque yo ahora mismo voy a tirar el disco duro por la ventana (y vivo en un veintinueve), me voy a beber una botella de whisky y me voy a meter en cama una semanita. A ver si olvido esta patata de Forman. Hasta entonces.