por Lilian Uk y Reno Nasvil

viernes, 7 de febrero de 2020





CRONACA DI UN AMORE
(1950)

Michelangelo Antonioni

 
La apariencia rompió el saco.
Antonioni el estilista se podía haber dedicado a hacerse una pizza de piña.
Mucha Lucía Bosé, mucho claroscuro, mucho rigorismo neorrealista... ¿para qué? Para comerte unas patatas con ketchup del malo. Da cáncer. Cuidadito.
No hay nada más somnoliento que el orfidal, pero esto ya le vale. De traca.
Sosa, mediocre, sumisa. Imágenes encarceladas en formalismos dogmáticos, en falsa sobriedad, en tiempos muertos sin sentido alguno; crónicas sin crónica, amor sin amor... interpretaciones para hacer puenting sin cuerda. Una barbaridad. Un guión escrito por un monotiti.
Hay que revisar el cánon del cine clásico pues con el paso del tiempo (si es que el tiempo existe) lo establecido se derrumba mientras la crítica oficial sigue decorando con flores falsas e inútiles obras como esta caja de uñas secas llena de intenciones cortas y sueño del malo.
Crónica de un ronquido.
Vaya toalla.




 


NUMBER 23
(2007)

Joel Schumacher



 


Este videoclip es de esos que deseas terminar cuanto antes.
A pesar de no representar mucho más que un fruto seco del infértil mundo de lo audiovisual milenial, sin querer demuestra la debilidad de lo conspiranóico que tanto da que hablar en las redes y que tanto entretiene al personal. 
Guión barato, un Jim Carrey desfigurado (siempre pone cara de situación cuando se le ocurre ponerse dramaticus y en realidad siempre le sale fatal) y un Joel Schumacher que lanza su prestigio por el váter -amasado en Cousins (1989) o The Lost Boys (1987)- entregado a una chorrada suprema, montado de una manera, llamémosla, inmmadura, por no decir desastrosa.
Un perro.
Un perrero.
Perrear sobre la nada, reguetón infumable.
Baile innecesario.
Sin duda, una de las candidatas a liderar la futura lista de peores películas del siglo.
Si en realidad todo coincide con el número 23, coincidiréis también con mi estupefacción si véis este panchito redomado.
Nada.
Blow in the Wind.



lunes, 3 de febrero de 2020


THE END OF THE TOUR
(2015)

James Ponsoldt


Terrible.

¿Por qué nadie enseña a fumar a Jesse Eisenberg?, ¿Por qué tiene que fumar en la película?, ¿Por qué tiene que ser un actor tan infumable? Pues eso, que ni en pipa te cascas esta piedra de criptonita huntada en mojo caducado. 
Inverosímil.
¿El director se ha leído alguna novela de Foster Wallace?, ¿sabe leer?
Deplorable.
El aburrimiento al que se le expone al público con esta basura es al menos cancerígeno y deshace el cerebro en emanens... cuidadito con lo que os metéis, nenes.
Una de las peores películas del siglo y de la eternidad.
La chorrada infinita.