por Lilian Uk y Reno Nasvil

lunes, 14 de enero de 2019





SECRET WINDOW
(2004)

David Koepp





Cuando dos malos escritores se juntan puede salir cualquier parida y si ya contratas
a una estrella como Johnny Depp para que figure como tu alter ego, el cóctel te obligará
ir al baño sí o sí. Stephen King es uno de los escritores más desastrosos de la historia,
autor de novelas extrañamente exitosas como Carrie, las seis partes de Los chicos del maíz,
Cuenta conmigo, It o El gato infernal. Alucinas. No tendrías pared para atesorar toda su
terrorífica obra... La cuestión es que David Koepp, autor de la maravilla que comentaré a
continuación y guionista de Jurassic Park, Spiderman, Misión Imposible, Indiana Jones y la
jodida calavera de cristal... se viene arriba y compra los derechos de Secret Window, una
simplona histora que él convierte en un escorbuto andante.
Depp interpreta a un escritor desaliñado y forrado que vive enfundado en un albornoz raído,
bueno, hecho jirones, lo cuál alerta ya de primeras de la fantochería del personaje y su mundo.
Es rico pero va de tirado, se quiere divorciar de su mujer pero la quiere, lleva gafas de escritor
pero no escribe, es Johnny Depp pero hace de Kurt Cobain. La inverosimilitud de la peli
se ve interrumpida por un arranque original, en el que un personaje visita a Depp -que en la
peli se llama Mort- para informarle de que le ha plagiado un relato. Esta encrucijada de anacrónicos
plagios nos lleva a recordar por un momento, la fantástica hazaña de Pierre Menard en la literatura borgiana, lo cuál dura unos treinta segundos tras los cuáles todo es arrastrado por un bola de nieve compuesta de una realización sin el menor sentido por no decir innecesaria o de novato cortometrajista retrasado y de una vergonzosa prole de pistas falsas que no llevan a ningún lado. A través de la película se nota cómo Koepp se pierde entre los planos y pone en ridículo a los actores... y a la humanidad entera.
Cripi, cripi, cripi...
Crispis de kellogs.
Insulto a la inteligencia general del mundo.
EGB.
De prisión preventiva.
Escritores escribiendo sobre escritores que no escriben y sólo comen doritos barbacoa.
¿quién pone dinero para hacer estas parrilladas?
Encima, al final, se da el gustazo de plagiar una imagen magritiana sin aparente lógica...
David, todos sabíamos cómo iba a acabar esta mierda menos tú.
Por cierto, llama a Stephen y pregúntale por qué su libro se titula así, pues en la película parece que se te olvida mentar el ventanuco que en realidad sólo es una fantochada más...
ring ring... cógelo, cógelo... mientras sigues escribiendo maravillosos guiones como "Ángeles y demonios" o "Inferno"...













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