por Lilian Uk y Reno Nasvil

sábado, 11 de julio de 2015



MR. SMITH GOES TO WASHINGTON
(1939)

Frank Russell Capra




Frank Capra es sin duda, uno de los mejores directores de la historia. La cuestión es que si eres siciliano y vives en EEUU y haces una película el mismo año que estalla una guerra mundial, las cosas se complican. Hay varias excepciones en la obra de Capra que ensucian su currículo: la mayor, sin duda es esta. La masiva cantidad de propaganda política y didactismo institucional que converge en sus mugrientas imágenes, supera con creces cualquier video sectario del PP. Es como un NODO a la americana, pero sin Fraga, sin gracia y sin un ápice de inocencia; en una de las escenas, James Stewart (en uno de sus papeles más coñazo) da la impresión de estar a punto de masturbarse delante de la estatua de Abraham Lincoln (Steven Spielberg nos provocará la misma vergonzosa sensación en su adocenada Lincoln (2012) en sus secuencias más fulgurantes). La primera ganó un pútrido Oscar, la segunda, dos; la propaganda cada día, se valora más.

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