por Lilian Uk y Reno Nasvil

miércoles, 22 de octubre de 2014



THE VAMPIRE'S KISS
(1988)

Robert Bierman





¿Alguien duda de por qué Robert Bierman sólo ha hecho dos películas a lo largo de toda su carrera? La respuesta es simple: Vampire's Kiss. ¿La has visto? Bien, no lo hagas o Nicholas Cage aparecerá a lo Freddy Crugger y en tus peores pesadillas se podría rodar Vampire's Kiss II; y eso no te gustaría, te lo aseguramos. El público en general mantiene la extraña sensación de que Nicolas Cage será un gran actor algún día, y por esa razón se sigue cayendo en el error de comprar entradas de cine con esa ingenua esperanza. Exceptuando Leaving Las Vegas, Adaptation o Wild at heart, Cage parece haber hecho la misma película en casi los 80 films de su carrera; a pesar de ser uno de sus diez primeros fallidos intentos, Vampire´s Kiss es un síntesis de esta teoría.  
En esta película de 1988, Bierman nos deleita con una estética prenoventera, de melenas cardadas y flequillos femeninos, acompañados de extra de laca masculina (Cage aún tenía pelo, aunque a veces en el film parece tratarse de un apósito oxigenado que le cae por la frente). La horterada en todos los sentidos, es suprema; un argumento sin pies ni cabeza, colmillos de plástico cutre y una sobreactuación para mear y no echar gota. No narramos la película porque es indescriptible. La fantasmagoría se hace irreal en los gestos alucinados y artificiales del protagonista, que más que un personaje del Drácula de Bram Stoker, parece un secundario cómico del Condemor II: Brácula (1997). Sin pretender comparar a Cage con Chiquito, todo el film se transforma en un mal chiste desde el primer segundo y cada minuto pasado, se convierte en una verdadera pesadilla encarnada en una historia pésima, contada torpemente e interpretada por un actor del que no sabemos que hubiera sido de él si no fuera, como lo sigue siendo, sobrino de Francis Ford Coppola.


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