por Lilian Uk y Reno Nasvil

jueves, 6 de agosto de 2015




UNDER CAPRICORN
(1955)

Alfred Hitchcock




Todos sabemos que Hitch es irregularísimo. Tal vez este sea uno de los ejemplos más representativos de sus chapucerías. La película intenta sostenerse sobre una trama que trata de una mujer adinerada que se casa con el mozo de cuadras de su padre y que tiene un trauma porque mató sin querer a su hermano, pero la culpa se la lleva el mozo, que en la película ya ha crecido y es su marido y vive como un exconvicto, pues tuvo que estar en la cárcel por el asesinato para encubrir a su mujer. Eso por una parte. La segunda, quizás más salvable es en la que aparece un irlandés con cara de Sherlock Holmes y se hace amigo del exconvicto y se enamora de su mujer e intenta arreglar el culebrón que tienen montado en aquella mansión del Conde Drácula. Para rematar, en la mansión también trabaja una especie de ama de llaves superrottenmeyer que se tira el día emborrachando a su ama hasta que parece un pato mareado e intentando ligarse a su amo, sugiriéndole que la sodomice a cada rato. La guinda la ponen las cocineras: cuatro brujas que se están pegando palizas diariamente y que no saben hacer un huevo frito (por cierto, la ama de llaves tiene una especie de látigo con el que las castiga cuando se curten) ¿A que mola? Pues la película es un moco pegado debajo de la mesa de un troll tartamudo comparado con esto.
El film no contiene ningún misterio, sino mucha paja.
Paja.
Ni siquiera paja mental.
Under capricorn.
Australia.
Antípodas.
Lo contrario.
Fantasmada total sin fantasmas.
¿Quizá Hitch quiso hacer una comedia demasiado sutil??
Sutil.
Sotileza.
Pereda.
Coñazo.
Un aburrimiento insoportable con final pastel de manzana.
Mago del suspense.
Suspenso para el mago.




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